Ayahuasca y protección del medio

Es algo irrevocable que la Ayahuasca no es ni tiene nada que ver con lo que aquí llamamos o consideramos "drogas". Mucho menos su uso es irracional, compulsivo, ni crea adicción o deterioro fisico a quien la consume. Más bien al contrario, es una medicina, una herramienta sagrada de sanación, no sólo del hombre sino también del planeta y de la relación entre ellos. Desde siempre ha sido una planta guía que ha mostrado como vivir en armonía con la naturaleza.
En los siguientes vídeos esto se pone más en evidencia todavía si cabe. Empieza hablando de de los mayores tesoros que tenemos en el planeta, el aire, el agua y los bosques, no el oro, el caucho, los diamantes o el petróleo. Los verdaderos tesoros son los que permiten la vida y la salud del planeta y aquellos que lo habitamos.
Luego nos lleva a Brasil donde nos cuentan de que forma se está deteriorando la selva amazónica y a que ritmo y como un grupo planifica crear diferentes comunidades para preservar parte del gran patrimonio biológico de la selva. Aquí es donde entra nuestra sagrada medicina ya que la idea surgió de una visión de alguien que bajo sus efectos recibió el comando de crear estas comunidades, de actuar en ese sentido. Una gran historia muy bien desarrollada en principio. Da mucho que pensar sobre la finalidad de las visiones que genera, principalmente vivir en armonía con los demás, el planeta y la vida en general en todas sus manifestaciones. El documental empieza bien, con un buen planteamiento pero al final se dicen ciertas inexactitudes. Sobre todo por parte de Jimenez del Oso que en este documental no estuvo a la altura, así como J.J. Benitez fue con una clara intención y propósito que logro alcanzar. Lo cual demuestra como cambia la experiencia la disposición de la persona y como los prejuicios pueden echar todo por tierra.
Aunque reconozco que pudo influir el entorno "religioso", quizás en una experiencia con indígenas hubiera sido diferente. He podido observar que no se parece para nada a sesiones con curanderos de verdad, que guían a los participantes en ceremonias más intimas, tanto por separado como en conjunto con sus icaros, tambores, sonajas y palabras. En el vídeo se ve que invitan a los periodistas a participar pero no les prestan la atención necesaria para alguien que recién se inicia, ni reciben la más mínima orientación. Benitez por su parte, a pesar de todo y seguramente gracias a una mayor apertura, logra su objetivo de visionar un objeto que pidio con antelación que se colocara en el suelo de una habitación en Madrid a miles de kilómetros y en la alas del Yajé vuela hasta el lugar y efectivamente encuentra lo que buscaba.