Buena pregunta esta sobre todo si tenemos en cuenta lo que vemos como "lo de fuera" en nuestra percepción normal y como lo vemos en estados modificados de la percepción. En una de sus conferencias David Icke habla sobre esta realidad como una proyección holografica.
Es bien cierto que nuestros sentidos son una limitación, ya que no alcanzan a ver todo lo que nos rodea y que lo que percibimos no es sino una pequeña parte. Hay muchas ondas y espectros que no alcanzamos a percibir lo que no quiere decir que no estén ahí o que no existan. Simplemente no alcanzamos a verlos con nuestros limitados sentidos en nuestro estado común. Se habla de algunas frecuencias que sólo las podemos escuchar hasta llegados los 30 años, a partir de ahí dejamos de percibirlos. Hace no mucho en A Coruña se ha usado ultrasonidos para disolver un botellón, sonidos que según parece sólo afectan a los más jóvenes, es decir menores de 30, ya que a partir de esa edad dejamos de percibirlos. Esto sirve como muestra de que por no percibir algo no deja de existir. El aire está lleno de longitudes de onda y frecuencias que no vemos pero que ahí están. Las microondas, las ondas de radio, espectros como el infrarrojo o el ultravioleta por poner algunos ejemplos.
De la misma forma existen muchas otras realidades que conviven y comparten nuestro espacio pero que normalmente "no vemos". Tenemos la sensación o la creencia que lo que percibimos a traves de nuestros sentidos, en particular por la vista se encuentran delante de nuestros ojos cuando no son más que imagenes que se forman en nuestra mente en base a los estímulos que reciben. Tenemos la sensación de que el mundo que vemos se encuentra en frente a nuestros ojos, cuando en realidad es una imagen tridimensional que se forma en nuestro cerebro y que tenemos la sensación de ver como algo real, lo único "real".
Cuando se habla de los efectos de algunas sustancias sobre nuestra consciencia se comete el error, muchas veces a propósito, de llamarlo alucinaciones. Cuando no se trata de que veamos fantasias y cosas irreales, simplemente nuestra consciencia acrecentada percibe cosas que normalmente permanecen ocultas en nuestro estado "normal".
Una sensación muy curiosa que he vivido en mis experiencias con la ayahuasca se refiere a este punto. En muchos momentos me resulta difícil saber lo que estoy viendo con los ojos abiertos o con ellos cerrados. Hay como una barrera o una fina membrana, sutil, casi imperceptible, que separa lo de fuera con lo de dentro. La "vista" se encuentra en ese punto intermedio y nos permite ver hacia el interior y hacia el exterior. Y si cabe, el "interior" es un mundo mucho más rico y lleno de matices, de posibilidades que el que nos brinda la prisión de los 5 sentidos.
Lo que creemos "el mundo real" no es más que una proyección bastante manipulada, limitada y programada de lo que es "el todo", la verdadera "realidad", el misterio, la esencia del universo. Hay puertas que cuando se abren ya nunca se vuelven a cerrar, por lo menos no del todo, siempre podemos volver a cruzarlas.
Se dice que de lo que oigas no te creas ni la mitad, llegado a este punto me atrevería a decir que de lo que ves tampoco te puedes fiar demasiado.
FUENTES:
La Voz de Galicia
A Coruña critica un sistema para disolver concentraciones juveniles
Cañon sonico para revoltosos
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario