Recuerdo de mi primera experiencia con la Abuela el silvido del maestro. Durante todo el tiempo acompañado de sonajas canturreaba bajito y emitia unos silvidos de una extrema melodia llena de armonicos, que de cierta manera mantenia el grupo integrado y conectado. También nos hablaba que una de las cosas que se buscaba con el consumo de la ayahuasca era encontrar tu propia melodia, la que te ayudaria y te daria suerte en la vida. Recuerda este el tema de los icaros, cantos utilizados en las ceremonias y que le llegan al chamán dictados por la liana, tanto la melodia como la letra. El soplar se utiliza para limpiar y sanar. Esta grabación es la de un Taita silvando y soplando a la ayahuasca, recordemos que por ejemplo durante su elaboración se le canta, sopla y silva para darle su intención.
sábado, 24 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario