Sucede en este mundo de la medicina que algunos se piensan que ponerse a repartir remedio, organizar ceremonias e ir por el mundo adelante repartiéndola y difundiendo el mensaje es para cualquiera. Incluso hay quien se empeña en ello sin cumplir las condiciones mínimas para recibir el permiso para tal cosa de nadie, ni de ninguna parte.
Hay quien incluso se piensa que lo puede conseguir con dinero: comprar Yagé por Internet a cualquier charlatán, obtener simbología, plumas, pieles y objetos "sagrados" comprandolos en cualquier chamanshop. Hace falta estar tonto para creer eso. Eso es lo primero que delata que el individuo en cuestión no ha aprendido nada, cero. Eso demuestra que no está preparado ni para repartir caramelos. El que esto hace, lo consigue de algún charlatán y en eso es en lo que termina por convertirse.
No se puede repartir remedio sin cumplir ciertas condiciones y requisitos, no se hace uno sanador de la noche a la mañana. Pero hay quien se cree que ese derecho se puede comprar.
Puede conseguir Yagé pagando por él a cualquier cretino irresponsable con pocos prejuicios y mucha menos moral. Puede conseguir plumas de todos los colores y todo tipo de artificios y complementos decorativos: cristales, colgantes, brazaletes, pieles, plumas que no tienen nada de sagrado y ningún poder, de nuevo cero. Ni el más mínimo, viene a ser lo mismo que comprarlo en el centro comercial del barrio, por mucho que venga de Colombia, Brasil, Ecuador o Perú, no tienen poder alguno ni nada de sagrado. Sólo que a los que no son de verdad bien le sirven las cosas de mentira.
Pero los hay que empecinados en su objetivo de jugar a sanadores a pesar de que no se enteran de nada. Compran medicina y todo tipo de parafernalia "chamanica", imitan los gestos y las palabras de otros como monos. Incluso alguno consigue llegar a organizar un show más o menos creíble y va por ahí dandoselas de chaman y pretendiendo además cobrar por ello. Lo malo en estos casos es que hay algunos más tontos o más ignorantes, que les pueden llegar a hacer caso y hacer que se crezcan pensando que lo han conseguido.
En general estos personajes no tienen ni pajolera idea de lo que manejan, hablan de cosas que desconocen completamente y que nunca jamas han experimentado de verdad y en lo que no creen.
Hablan de de humildad cuando son unos auténticos prepotentes, de respeto a los espíritus y ancestros cuando no respetan ni a quien vive con ellos en su misma casa o vecindario, hablan de sanación cuando son los peores enfermos, de grandes lecciones cuando ellos no han aprendido ni la primera, de conocimiento siendo unos absolutos ignorantes.
Cuidaros de ellos son muy fáciles de detectar se les ve el plumero a poco fino y atento que te encuentres, sobre todo si ya tienes alguna experiencia saltan a la vista.
Estos pobrecillos suelen acabar completamente mediumnizados y locos perdidos por su propia estupidez, capricho y avaricia. Lo malo es que en su atrevimiento, ya que la ignorancia es atrevida, pueden arrastrar a algunos con ellos y organizar algún pequeño desastre, incluso alguno serio. Los que creemos realmente en la sanación debemos enfrentarnos contra estos individuos y delatar su juego, hacer que todo el mundo sepa quienes son para que no perjudiquen a nadie con sus artificios, supercherias y mentiras. No son sanadores, son timadores y estafadores, tanto los que juegan a chamanes como los que les dan alas y les ofrecen, venden o incluso regalan supuestos objetos sagrados; o bien ponen remedio en sus manos, previo pago, sin tener en cuenta el mal uso que puedan llegar a hacer de ello.
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